Es nuestro Útero un refugio y un
portal. La antesala de la vida física, y el Templo de nuestra Creatividad Divina Femenina.
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Desde el Útero las mujeres nacemos a la doble vida: a
la física- exterior y a la psíquica-interior. Volver
al Útero es unificar esa doble manifestación de la personalidad y el alma, es adentrarnos en los secretos de nuestra existencia como Mujeres y es honrar la Fuente misma de Todo lo que Es.
A continuación, les comparto un hermoso ritual que nos permitirá ir
sanando nuestras Memorias, nuestro Linaje, nuestros vínculos, nuestra Energía
Femenina Divina.
Ritual: Abrazando el Útero de nuestra Madre
No es necesario que tu Madre esté
físicamente presente. Pero sí lo está es una preciosa forma de honrar la Vida y
Sanar tus Memorias y elevar tu Energía Femenina a lo Divino.
Para ello, puedes preparar un espacio de manera especial, utilizar algún aroma relajante y una luz tenue, elevar un altar, encender una vela que te recuerde el Fuego Divino que nos alumbró.
Visualiza y siente la Presencia de tu Madre, reconociendo en ella la cuna de tu existencia, recordando que fue en ese cuerpo que el tuyo se gestó. Visualiza sus ojos, reconócela Mujer y dile "Madre". Puede que tardes algún momento en reconocer en ella la primera cuna que te meció como ser humana. Tómate tu tiempo.
Permite luego a tu
Corazón expresar su Amor y Gratitud a la Vida a través de un abrazo al vientre
de tu Madre. Re-conociendo a tu madre,
mirando sus ojos, la tomamos de las manos, acariciándolas con dulzura…
Ahora visualiza el vientre de tu Madre, y disponte a abrazarlo. Ese espacio que
cobijó tu gestación es un espacio sagrado. Ahí se forjó la Vida que hoy
sostienes día a día. Si alguna emoción
se manifiesta, ya sea de placer o no, obsérvala, permite que se manifiesta sin
juzgarla, respira profundo y siente los latidos de tu Corazón, siente cómo la
Vida Late en tu Corazón y en el útero de tu Madre. Disfruta de este momento. Permite si así lo
sientes que todo el Amor y la Gratitud que sientes fluya al útero de tu madre. Descansa un momento ahí.
Luego, manifestaremos la intención de que todo el Amor y Gratitud que
sentimos por la Vida viaje a través del útero de tu madre hacia los úteros de
tus abuelas, de la madres de tu abuelas, y así hasta el origen en el útero de
la Diosa….
En el Corazón Uterino de la Madre volvemos a incubar la Vida Sagrada
en el Corazón. Nos nutrimos, recibimos el amor puro e incondicional de la Gran
Madre Interior. Podemos descansar en ese amor y esa Paz el tiempo que sintamos
sea necesario. Una vez que volvemos al ahora sabemos que esa Madre Interior nos
cobija eternamente en su regazo. Volvemos a tomar las manos de nuestra Madre y
Viéndola a los Ojos le decimos con la Fuerza del Corazón (en silencio o viva Voz):
“Amada Madre te Amo y Honro infinitamente, agradezco la Vida que se
gesta en Ti y la Vida que te gestó. Que el Amor y la Luz sanen nuestros cuerpos
y purifiquen nuestras raíces”.
Nos tomamos un tiempo, y cuando los sintamos, respiramos profundamente, suavemente, y con infinita gratitud, volvemos al Ahora sintiendo nuestro Cuerpo Físico renovado, luminoso, listo para seguir adelante en esta travesía de la Vida.
Desconozco el nombre de los o las creadoras de las imágenes... Honramos su trabajo y agradecemos me cuenten si l@ conocen.