sábado, 11 de octubre de 2014

Sanando la Matriz de la Vida: El Útero y nuestro linaje

Es nuestro Útero un refugio y un portal. La antesala de la vida física, y el Templo de nuestra Creatividad Divina Femenina.

Desde el Útero venimos. La matriz de la Vida se manifiesta en esa sagrada figura triangular que apunta finamente hacia nuestro Yoni y hacia la Tierra.

Desde el  Útero las mujeres nacemos a la doble vida: a la física- exterior y a la psíquica-interior. Volver al Útero es unificar esa doble manifestación de la personalidad y el alma, es adentrarnos en los secretos de nuestra existencia como Mujeres y es honrar la Fuente misma de Todo lo que Es.

A continuación, les comparto un hermoso ritual que nos permitirá ir sanando nuestras Memorias, nuestro Linaje, nuestros vínculos, nuestra Energía Femenina Divina.  


       
Ritual: Abrazando el Útero de nuestra Madre

No es necesario que tu Madre esté físicamente presente. Pero sí lo está es una preciosa forma de honrar la Vida y Sanar tus Memorias y elevar tu Energía Femenina a lo Divino.

Para ello, puedes preparar un espacio de manera especial, utilizar algún aroma relajante y una luz tenue, elevar un altar, encender una vela que te recuerde el Fuego Divino que nos alumbró.

Visualiza y siente la Presencia de tu Madre, reconociendo en ella la cuna de tu existencia, recordando que fue en ese cuerpo que el tuyo se gestó. Visualiza sus ojos, reconócela Mujer y dile "Madre". Puede que tardes algún momento en reconocer en ella la primera cuna que te meció como ser humana. Tómate tu tiempo.  

Permite luego a tu Corazón expresar su Amor y Gratitud a la Vida a través de un abrazo al vientre de tu Madre. Re-conociendo a tu madre, mirando sus ojos, la tomamos de las manos, acariciándolas con dulzura… 

Ahora visualiza el vientre de tu Madre, y disponte a abrazarlo. Ese espacio que cobijó tu gestación es un espacio sagrado. Ahí se forjó la Vida que hoy sostienes día a día.  Si alguna emoción se manifiesta, ya sea de placer o no, obsérvala, permite que se manifiesta sin juzgarla, respira profundo y siente los latidos de tu Corazón, siente cómo la Vida Late en tu Corazón y en el útero de tu Madre.  Disfruta de este momento. Permite si así lo sientes que todo el Amor y la Gratitud que sientes fluya al útero de tu madre. Descansa un momento ahí. 

Luego, manifestaremos la intención de que todo el Amor y Gratitud que sentimos por la Vida viaje a través del útero de tu madre hacia los úteros de tus abuelas, de la madres de tu abuelas, y así hasta el origen en el útero de la Diosa…. 

En el Corazón Uterino de la Madre volvemos a incubar la Vida Sagrada en el Corazón. Nos nutrimos, recibimos el amor puro e incondicional de la Gran Madre Interior. Podemos descansar en ese amor y esa Paz el tiempo que sintamos sea necesario. Una vez que volvemos al ahora sabemos que esa Madre Interior nos cobija eternamente en su regazo. Volvemos a tomar las manos de nuestra Madre y Viéndola a los Ojos le decimos con la Fuerza del Corazón (en silencio o  viva Voz):


Amada Madre te Amo y Honro infinitamente, agradezco la Vida que se gesta en Ti y la Vida que te gestó. Que el Amor y la Luz sanen nuestros cuerpos y purifiquen nuestras raíces”.

Nos tomamos un tiempo, y cuando los sintamos, respiramos profundamente, suavemente, y con infinita gratitud, volvemos al Ahora sintiendo nuestro Cuerpo Físico renovado, luminoso, listo para seguir adelante en esta travesía de la Vida.


Desconozco el nombre de los o las creadoras de las imágenes... Honramos su trabajo y agradecemos me cuenten si l@ conocen.