jueves, 8 de enero de 2015

De Momentos: La Vida

Para mi Compañero, 
viajero andante de los infinitos multiversos...



Amo lo que Somos en cada despertar.
En cada silencio que dibuja su horizonte en el brillo obtuso de la ventana.
En cada palabra que vuela traviesa a desordenar los ritmos de lo invisible.

Amo lo que somos puertas adentro.
En el silbido tibio de la tetera humeante,
En el chasquido teatral del Abuelo Fuego
En la locura de la sábana que metros abajo naufraga en el mar de los deseos.

Amo lo que somos.
En cada sonrisa que al anunciar su estallido alumbra los cuartos llenándolos de ecos.
En cada lágrima que, viva de temblores se entrega a la aventura de atravesar los duelos.

Amo lo que Somos.
Esa amalgama de versos que apilados en la memoria del tiempo va dando vida a un nuevo libro.
Ese cántaro de sueños que ahuecado hacia el centro se abisma hasta los secretos del Gran Misterio.

Amo lo que Somos.
Sin cirugías que disimulen la silueta oscura y amarga que a veces deambula tragándolo todo.

Amo lo que Somos.

Cuando la Luna Crece y el lobo aúlla, amo lo que Somos.
Cuando la Luna muere y el lobo gime, amo lo que Somos.
Cuando sangramos de la herida vieja, amo lo que somos.
Cuando dormimos, cuando Despertamos.

Cuando las burbujas se elevan en el mar de la emoción
Y las canciones acurrucan la semilla de los tiempos,
Amo lo que Somos.

Y en esta tarde en que el mapa se abre 
y los caminos se disuelven
en el susurro vacío del Universo,


Amo lo que a tientas y expandidos a los gloriosos páramos del infinito, 
Eternamente Somos.

Arte de F. Rassouli