En el silencio de la noche, mientras reposo mi cuerpo en el
manto eterno de mi sueño, veo aparecer una Luz. Titilante y Serena a la vez, su
radiante magia me cubre invitándome a soltar. Sé que estoy despierta, pero la
sutileza de un aroma añejo me embriaga el Alma … Es Entonces cuando extasiada
por el instante abro los ojos y la veo a Ella.
Lo primero que me acoge es su Sonrisa Divina. Sus pómulos
luminosos sobresalen como sagradas montañas blancas, sostenedoras de la Vida.
Ella me mira con la Dulzura de los Tiempos Eternos. En la pequeña
circunsferencia que dibuja su boca
dispuesta al amor, un soplo emana directamente hacia mi Corazón, y es entonces
cuando siento cómo me van naciendo alas, y cómo me elevo en un torbellino
luminoso, cómo mi cuerpo se disuelve en espirales fulgurantes, cómo voy
volviéndome la Esencia en medio de una fiesta de fractales de amoroso color…
Chispas de calidez abrazan mi espíritu, Vengo de las estrellas, vengo de la
Luna… El Templo de la Diosa me Habita en lo que Soy… Destello de Mirada Divina,
Ella me eclipsa en sus ojos.
Estoy tejida de las hebras de su Corazón. Mi
Cuerpo es su vestido, de él cuelgan Lunas como estrellas del Firmamento...
Y sigo
creciendo, y sigo elevándome y de mis manos
nacen planetas, y gotas de río nacen en mis ojos, porque voy viendo y
voy amando la trama perfecta que somos, la Vida infinita que nos envuelve, el
Mandala Sagrado que nos sostiene…
Sólo soy el respiro eterno de la existencia…
los velos se disuelven mientras Ella reúne en sus Manos abiertas, La Vida y la
Muerte de Todo cuanto Es.
Me dejo ahora abrazar por su silencio sembrado de
cometas, su silencio que canta todos los poemas… Me abrigo entonces en Su
Corazón Divino, y es así como comprendo
lo que es la Eternidad. Su mano me dibuja. El fino hilo sagrado de su
PrEsencia teje mi nombre. Me vuelvo semilla Cósmica y las mareas responden a
mis sueños, y mis pequeños pasos van dibujando estelas por donde la Luz se
refracta en miles de arcoíris…
Sí. Hilos Eternos Somos. El Tejido alucinante
del Universo. Pero en medio de esta fiesta de colores y de magia, Hay un Hilo
que me teje hacia la Tierra. Un solo y sagrado hilo, que se desangra hacia
abajo… Es tan Grande su Fuerza, es tan profundo su llamado, que no me resisto a
viajar en su Misterio, y entonces me sumerjo en su ruta silente… voy navegando
en sus recodos, nudo a nudo, voy atravesando la amalgama de su destino… y voy
en un río, Hilo de Agua, Hilo de Sangre que me entibia el pecho, fibra ardiente
que me abre, que me devora, que me traga hacia lo oscuro, hacia lo profundo,
hacia la noche de mi misma y del universo. Esta fibra me teje hacia adentro,
una senda dibuja hacia mi Templo...
Y veo. Es en mi Útero donde se re-vela el
Misterio. Las compuertas de las Memorias se abren a su océano. Río Rojo
atravesando las Eras… desde el Comienzo. Fluyendo. Llegando y Na-Siendo. Todas
mis Madres están Ahí. Y me veo. Espejos Circulares descubren la Abuela que me
acuna, la Madre que me llora, la hija que me gime en cada encarnación. Soy la
Sangre y la Leche que me nutre, la Luna que me Contempla Corazón adentro, mar
adentro, en las aguas eternas de mi latir. Platinados susurros van nutriendo
mis mareas. Tierra Húmeda me va cubriendo el cuerpo, raíces nocturnas me
seducen, elixires cristalinos me acarician y es como brota de mi la Vida, desde el
Corazón mismo de Gaia.
Así, tejida hacia adentro y hacia afuera, hacia arriba y
hacia abajo, me descubro otra vez despierta, en el lecho de mi Ahora,
Conteniendo y Contenida, en la Esfera Eterna de la Vida, en el Manto Divino de
la Diosa.
La bella Imagen es de la Artista Eva Ruiz
***
(c)Raquel Bórquez